Cuando hablamos del Estado Social de Derecho, puede sonar a algo lejano, técnico o propio de abogados. Pero en realidad, es algo que nos afecta a todos, todos los días: desde poder ir al médico sin pagar millones, hasta recibir educación pública, tener un trabajo digno o exigirle al Estado no se pase de la raya.
¿Qué es el Estado?
¿Qué es el Estado Social de Derecho?
En palabras simples, es la forma como decidimos organizarnos como país. Es una promesa: que el poder no puede hacer lo que le dé la gana, que los derechos de las personas están por encima de cualquier capricho político, y que el Estado tiene el deber de protegernos, garantizarnos derechos y actuar con justicia para todos.
Fue establecido en la Constitución de 1991 y se basa en tres pilares esenciales:
- La dignidad humana: toda persona merece vivir con respeto, sin que le falte lo básico.
- Los derechos fundamentales: salud, educación, trabajo, vivienda, libertad de expresión, igualdad.
- La ley está por encima de los gobernantes: ni el Presidente, ni el Congreso, ni los jueces pueden actuar por fuera de lo que dice la Constitución.
No es solo que el Estado no te puede hacer daño: es que tiene que ayudarte a vivir mejor, especialmente si has sido históricamente excluido o marginado.
¿Qué protege este modelo?
- Que si te enfermas, puedas ir al hospital sin importar tu nivel de ingresos.
- Que tus hijos puedan estudiar en un colegio público sin pagar una fortuna.
- Que el trabajo sea un derecho, no un privilegio.
- Que si te despiden injustamente, puedas acudir a un juez.
- Que nadie (ni siquiera el Presidente) pueda quitarte tus libertades a punta de decretos.
En otras palabras, el Estado Social de Derecho es ese escudo invisible que tienes como ciudadano para defenderte cuando el poder se quiere pasar de la raya.
¿Cuáles son las ramas del poder público en Colombia y por qué deben mantenerse separadas?
En una democracia como la colombiana, el poder no lo tiene una sola persona. Para evitar abusos, corrupción y autoritarismo, el poder del Estado está dividido en tres ramas. Cada una tiene funciones distintas, pero todas están conectadas para vigilarse entre sí. A eso se le llama “equilibrio de poderes”.
1. Rama Ejecutiva – La que gobierna
Es la rama que se encarga de administrar el país y poner en marcha las leyes. Está encabezada por el Presidente de la República, que actúa como jefe de Estado, jefe de gobierno y comandante de las Fuerzas Armadas.
También hacen parte de esta rama:
- Los ministros (como el de Salud, Educación, Defensa, etc.).
- Los gobernadores y alcaldes.
- Las entidades públicas que ejecutan políticas (como el ICBF, el DPS o el SENA).
¿Qué hace?
- Presenta proyectos de ley.
- Ejecuta el presupuesto nacional.
- Administra los servicios públicos.
- Representa al país en el exterior.
Cuidado: si esta rama concentra demasiado poder y no es controlada por las otras, puede tomar decisiones arbitrarias sin escuchar a nadie.
2. Rama Legislativa – La que hace las leyes
Está compuesta por el Congreso de la República, que tiene dos cámaras:
- Senado (representa a todo el país).
- Cámara de Representantes (representa a las regiones).
¿Qué hace?
- Crea, modifica o deroga leyes.
- Controla políticamente al Presidente y a sus ministros.
- Aprueba el presupuesto nacional.
- Cita a debates de control político.
- Puede investigar y sancionar a funcionarios del alto gobierno.
Cuidado:
Si el Ejecutivo ignora las decisiones o funciones del Congreso, se rompe el equilibrio democrático: el Presidente empieza a gobernar sin límites, concentrando el poder como si fuera un monarca.
Pero si el Congreso se extralimita o no cumple sus responsabilidades —por ejemplo, aprobando leyes en beneficio propio, bloqueando proyectos necesarios para el país o dejando de ejercer el control político— también se afecta la democracia: se distorsiona la representación ciudadana y se pierde la confianza en las instituciones.
3. Rama Judicial – La que hace jadministra justicia
Es la que resuelve conflictos y protege los derechos de las personas. La integran jueces, magistrados y cortes, entre ellas:
- Corte Suprema de Justicia (máxima autoridad en lo penal, civil y laboral).
- Consejo de Estado (juzga casos administrativos y controla los actos del gobierno).
- Consejo Superior de la Judicatura (vigila a jueces y abogados).
- Corte Constitucional (protege la Constitución y los derechos fundamentales).
- Jueces y fiscales en todo el país.
¿Qué hace?
- Aplica la ley a los casos concretos.
- Protege tus derechos (por ejemplo, cuando pones una tutela).
- Decide si las leyes o decretos respetan la Constitución.
- Investiga y sanciona delitos.
Cuidado:
Si la Rama Ejecutiva desconoce las decisiones del Congreso o de los jueces, actúa como si estuviera por encima de la ley y concentra todo el poder, rompiendo el equilibrio democrático.
Por otro lado, si esta rama no asume sus responsabilidades —como ejecutar el presupuesto o garantizar la seguridad y los derechos de la ciudadanía—, el país queda en crisis y las demás ramas se ven forzadas a suplir funciones que no les corresponden.
¿Y por qué es tan importante que estén separadas?
Porque cuando cada rama hace bien su trabajo y vigila a las otras, se protege la democracia.
Pero si una sola persona —por ejemplo, el Presidente— quiere controlar el Congreso, presionar a los jueces o gobernar a punta de decretos, entonces se rompe el equilibrio.
Eso ya ha pasado en países que cayeron en dictaduras, como el caso de Venezuela. Comienza con un líder popular que dice que las instituciones lo frenan. Luego cambia las reglas, concentra el poder y elimina los controles. Y lo que sigue es la pérdida de libertades, la censura y el abuso.
¿Y qué está pasando ahora?
Hoy, ese escudo que protege a la ciudadanía está siendo golpeado desde varios frentes.
- Cuando el Presidente propone hacer por decreto lo que el Congreso le ha negado
En los últimos meses, el presidente ha planteado medidas importantes para el país que buscan implementarse por decreto, incluso cuando el Congreso —elegido por todos los ciudadanos— no las ha aprobado. Ejemplos recientes incluyen intentos de consulta popular para hacer aprobar la reforma laboral o también cambiar por decreto quién debe juzgar las tutelas contra el presidente.
El problema: la Constitución establece que decisiones de este nivel deben pasar por el Congreso o cumplir procedimientos claros. Saltarse estos pasos significa ignorar las reglas del juego democrático.
Cuando se avanza en propuestas sin respetar el marco constitucional, se vulnera el sistema de pesos y contrapesos que mantiene el equilibrio entre poderes y protege nuestros derechos. Esto no solo pone en riesgo la institucionalidad, sino también la legitimidad de las decisiones que afectan a todos. - Hay ataques constantes a las instituciones que nos protegen
La Corte Constitucional, los jueces, la Procuraduría, los medios e incluso los gremios han sido señalados o atacados por pensar distinto. Pero esas instituciones existen para algo muy importante: vigilar al poder, VELAR POR .. no aplaudirlo. - Se debilita la separación de poderes
Uno de los principios fundamentales del Estado Social de Derecho es que el poder debe estar dividido y controlado. Si el Presidente hace las leyes, las ejecuta y también es quien las juzga, estaríamos ante un gobierno autoritario, donde una sola persona toma todas las decisiones.
¿Y cómo me afecta todo esto?
Aunque suene lejano, te afecta directamente:
- Si el poder se concentra y no hay jueces independientes, nadie te va a defender si te vulneran tus derechos.
- Si se gobierna a punta de decretos, las decisiones se tomarán sin debate, sin control, sin escuchar a nadie. ¿Qué pasa si esas decisiones afectan tu pensión, tu trabajo o tu salud?
- Si las instituciones son debilitadas, los corruptos tienen más espacio para actuar. Y eso se traduce en menos inversión, menos empleo y peores servicios públicos.
¿Qué podemos hacer?
- Informarnos: entender cómo funciona el Estado y qué dice realmente la Constitución.
- Participar: votar, exigir cuentas, no quedarnos callados ante los abusos del poder.
A través de que mecanismos puedes participar:
- Cuidar la institucionalidad: defender a quienes cumplen su papel de vigilancia, así no estemos siempre de acuerdo con ellos.
- Recordar que los derechos no se heredan: se defienden todos los días.
RECUERDA
El Estado Social de Derecho es el contrato que nos protege a todos, especialmente a los más vulnerables. Es lo que hace que Colombia no sea una dictadura, sino una democracia.
Y hoy, está en riesgo. No dejemos que lo borren con discursos bonitos o con decisiones hechas a las carreras.
Defender la Constitución es defender tu libertad, tu futuro y el de tus hijos.